Ulises
Fonseca
Luego
de terminar el diplomado “La filosofía
en la docencia”, los docentes que asistieron a las sesiones ocurridas entre
mayo y junio, han confirmado que el
desarrollo del pensamiento crítico en los niños es algo no solo deseable, sino
también necesario.
El
diplomado en mención fue coordinado por
Fanny Milián Zamora, tuvo como sede a la “Biblioteca Galeería fomento a la
lectura infantil y juvenil” (sitio alojado, a su vez, en el Poliforum de
Morelia, Avenida Guadalupe Victoria, no 2225) y tuvo el objetivo de ofrecer herramientas
educativas para que los docentes puedan incentivar una formación crítica en los
niños.
“Parte
del cometido de estos diplomados es que los chicos tengan una gamma de
habilidades a despertar, por ejemplo la apuesta de la teoría de las
inteligencias múltiples es desarrollar todas las destrezas del ser humano y que
no nos encasillen”, mencionó Milián Zamora.
Ahora
bien, ¿qué cosas dificultan el
desarrollo del pensamiento crítico?, de acuerdo a Erika Reyes, docente de
preescolar participante en el diplomado, “hay un cúmulo de varios factores, uno podría ser la cuestión de
seguridad, la alimentación, una cultura en que nos enseñan a ser muy lineales;
además, en lo personal siempre he dicho
que los planes de estudio no están elaborados para crear sujetos críticos y
reflexivos sino más bien para generar sujetos productivos”.
Por
su parte, Santiago Ramírez, docente de
nivel primaria que labora en Apatzingán, confirma que un factor relevante
que obstaculiza el desarrollo educativo es la inseguridad: “sucede que varias
veces se suspenden clases por balaceras, hay niños que no asisten debido a que
viven en zonas inseguras; también hay un fuerte desinterés, es decir, un niño
que se cierra a no seguir adelante es una barrera tremenda con la que chocas,
en la normal no te enseñan a lidiar con cosas como que una niña diga ‘no
estudiaré la secundaria eso no sirve, yo me casaré para que alguien me mantenga’,
ese tipo de barreras pesan”.
Sin embargo, no dejó de lado la contribución que puede hacerse desde la filosofía en la educación: “si los niños están para escuchar, para cuestionarse cosas como el amor o la verdad, pues ya se trata de una ganancia, algo con lo que uno como docente podría decir el día de mañana ‘hice algo bien’”.
El programa
En
este punto es posible comentar que el diplomado comenzó desde el 11 de mayo y finalizó
el fin de semana anterior, tiempo en el que, como señaló Milián Zamora, “hubo cuatro
módulos, además abrimos con una conferencia magistral dictada por Estrella del
Rocío Maciel, directora de Casa de la Cultura Jurídica quien habló de los derechos
humanos”.
“Posteriormente
–agregó Milián Zamora- se trabajó la filosofía
para niños y pragmatismo, que ofreció Isis Alexandria Milián; también filosofía grecorromana y medieval, que
dio José Luis Gaona; también se trabajó un módulo sobre filosofía educativa, para el que se tuvo acompañamiento de Fernando
Ávalos; el último fue de inteligencias
múltiples, la filosofía aplicada al aula, el cual impartí yo”.
Ahora,
respecto a las razones que motivaron a los docentes para tomar el diplomado, Erika
Reyes externó que “cada quien tiene sus criterios e intereses de conocimiento, en
lo personal estudié filosofía y desde antes me ha interesado mucho esto, de ahí
la idea de estar en este diplomado, por
curiosidad y no quedarse solamente con lo que nos dieron en la normal,
sobretodo porque al estar frente a grupo te encuentras con muchas cosas no
enseñadas en la escuela”.
En
un tenor similar, Santiago Ramírez relató que “desde hace un año tenía interés
por aterrizar talleres gratuitos de filosofía, que fuera con niños en tiempo no
escolarizado, es algo complicado de trabajar y debido a la necesidad de tener
herramientas fue que estuve en el diplomado, una vez que lo tomé fue posible darme cuenta de que se trata de
algo aplicable al aula, es una herramienta con la que se fortalecerá la tarea
docente”.