Ulises Fonseca
Uriel Ramírez Hernández cree en el poder sanador de la palabra y la imaginación, por ello es que desde su papel como gestor cultural y creador, se ha dado a la tarea de organizar ferias del libro dedicadas a la paz y la esperanza y a replicar el concepto de acción poética en la forma de poemantas.
Ambas acciones se derivan de una asociación civil –también fundada por él- llamada Revolución cultural, que tiene su sede en Apatzingán y que, como Ramírez Hernández relató, “es una asociación que nació hace 22 años y ha hecho labor cultural y social en Apatzingán, cuando vino la violencia extrema empezamos a hacer ferias de libro y encuentros de poetas, de hecho el año pasado asistieron más de 15 mil personas y participaron más de 500 ciudadanos”.
Dado el éxito de la feria y los encuentros poéticos, fue que la asociación decidió replicar la feria en otros municipios y comunidades: al día de hoy han llegado a Buenavista, Parácuaro, Nueva Italia, Lombardía, Uruapan, Zamora, y Morelia. En ésta última, la Feria del libro para la paz y la esperanza se celebra en la Casa Natal de Morelos, donde estará hasta el 15 de julio.
Pero la intención es que la iniciativa continúe dispersándose en lugares como Tepalcatepec y Aguililla. A propósito de esto, Ramírez Hernández explicó la estrategia que han seguido para replicar la feria: “vamos para que nos conozcan, para abrir las puertas y la idea es que la gente local se vaya sumando, ya ahora quien coordina la feria de Buenavista es una chava que es de allá, igual sucedió con Parácuaro”.
Todo esto es un trabajo surgido gracias a la voluntad de la sociedad civil, ya que las instancias de gobierno han generado más obstáculos que apoyos, pues como rememoró Ramírez Hernández “para la primer feria del libro en Apatzingán no querían dar permiso, nos fuimos a leer poesía en el ayuntamiento como protesta, llegaron los regidores y la prensa y fue de esa manera que sí dieron el permiso; aunque antes dieron argumentos para negarlo, en realidad ¿qué argumento puede ser válido para negar un evento cultural? (…) le pediría al gobierno que le apueste a la cultura y al arte porque es una forma de transformación, individual y social, estoy convencido de eso”.
Mensajes positivos
Ramírez Hernández aclaró el concepto de poemanta: “en 2004 aparecieron las narcomantas con mensajes violentos y amenazantes, entonces lo que hace la poemanta es responder con mensajes de amor, paz y esperanza; le dimos la vuelta a los mensajes negativos y las poemantas han llegado a Colima, Monterrey, Perú, Italia y Estados Unidos; de hecho es probable que hagamos algo junto al creador de ‘Acción poética’ Armando Alanís”.
Aunque las poemantas ya tienen un hijo: un personaje llamado Poeman, un superhéroe michoacano que también ideo Ramírez Hernández y que él mismo describió de la siguiente manera: “es un niño que nació en Apatzingán porque esta vestido de manta, huarache de araña, capa de Morelos y su máscara, pero ese niño no es un superhéroe que tenga armas o sea violento, es un personaje que con poemantas, libros, poesía y amor abraza a su pueblo”. De hecho, Ramírez Hernández ya publicó un pequeño libro con las historias de este personaje, “que no tiene poderes mágicos sino que es un ser humano que defiende a los niños y a los perros (…) el libro se llama ‘Poemán el superhéroe de Michoacán’ y es el primero de tres”.