Redacción
Para
quienes aspiran a un Ariel, el solo hecho de estar nominados es ya un premio.
Algunos por primera vez y otros con varias nominaciones, e incluso algunos de
estos galardones en su haber, todos se saben honrados y se sienten halagados
porque su trabajo sea reconocido.
La
diseñadora de producción Bárbara Enríquez ya tiene dos premios Ariel y está en
su octava nominación en la categoría de Diseño de arte, por la película Roma.
“Siempre es un honor, un privilegio estar nominado, porque para mí el premio es
la nominación. Está muy bien ganar, pero estar nominado… son las cuatro o cinco
mejores películas de todas las que entraron a competición, entonces eso ya es
ganar”.
Por
su parte, Noé Hernández también celebra estar nominado por quinta ocasión en la
categoría de Mejor Actor por la cinta Ocho de cada diez, porque “es parte de
reconocer mi trabajo, me impulsa a hacerlo cada día mejor y a dar lo mejor de
mí en cada película que realizo”.
María
Estela Fernández, diseñadora de vestuario de la película De la infancia, es ya
toda una institución en su disciplina tras 12 nominaciones y seis estatuillas.
“Las nominaciones son verdaderamente el premio para nosotros. Soy muy
privilegiada, estoy feliz porque es una película que hicimos hace 11 años,
entonces que esté viendo la luz me parece maravilloso”.
También
hay quienes en esta edición 61 del premio que otorga la Academia Mexicana de
Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) han tenido su primera nominación,
como es el caso de Concepción Márquez quien gracias a su trabajo en la cinta
Cría puercos, figura en la terna a Mejor Actriz.
Con
una trayectoria de más de 40 años en la actuación dijo estar fascinada, “casi
flotando, muy agradecida porque es un gran estímulo, es el máximo premio que tenemos
en nuestro país y muy contenta de que me hayan hecho el honor de nominarme”.
La
actriz reconoció el esfuerzo de la AMACC por mantener esta premiación que
reconoce lo mejor del cine mexicano, porque además de ser un gran estímulo es
ya una tradición, que ahora se llevará a cabo en la Cineteca Nacional. “Lo
importante es que no se va a dejar de hacer y que estamos yendo justo a la casa
de la cinematografía, me parece excelente”.
También
la actriz argentina Agustina Quinci, nominada en la terna de Revelación Actoral
por La camarista, celebra que la ceremonia de premiación sea en la Cineteca
Nacional, un espacio espectacular que, cuando llegó a México, se convirtió en
su lugar favorito desde el primer momento, dijo.
Se
trata de su primera nominación la cual resultó toda una sorpresa para ella,
porque solo aparece en tres escenas de la película. “Por ser extranjera para mí
es un doble reconocimiento: un honor estar aquí de inmigrante y que reconozcan
mi trabajo”.
Bernardo
Velasco también compite en la categoría Revelación Actoral por su trabajo en la
cinta Museo, por lo que se dijo honrado y agradecido, ya que es una terna que a
los actores solo les toca una vez en la vida.
Considera
notable el esfuerzo de la Academia por mantener viva la tradición de los premios
con una ceremonia que, dijo, debe tomar nuevos rumbos y ser congruente con los
cambios que se proponen en el país.
Ahora
en la Cineteca, detalla, “me parece interesante que va a estar abierto al
público, que va a ser una ceremonia más inclusiva, donde el público va a poder
asistir a las salas a ver la proyección y en algún momento se van a poder
acercar a los actores, creo que es una fiesta más inclusiva y relajada”.
Como
miembro de la Academia, Bárbara Enríquez asegura que la ceremonia de premiación
en la Cineteca será más horizontal. “Me parece una entrega con el público que
nos ve y en el lugar donde nos ven. Qué mejor que celebrar la fiesta del cine
nacional en el espacio donde más cine mexicano se ve, me parece simbólicamente
importantísimo y habla mucho de lo que queremos como Academia para el futuro”.
Con
casi 20 años como miembro de la AMACC, María Estela Fernández indicó que lo
importante no es la sede del Ariel, sino mantener estos reconocimientos para
que se sigan escuchando nuestras historias y nuestras voces.
“Si
tenemos que cambiar, que más. La Cineteca también es un lugar divino, Bellas
Artes es un recinto hermoso pero la Cineteca también es un lugar muy
emblemático, es el lugar a donde todos vamos a ver nuestro cine, es un lugar
que tiene espacio para el cine mexicano, entonces me parece que está muy bien.
Están cambiando las cosas en muchos niveles en nuestro país, la Academia está
en constante movimiento y a celebrar que es nuestra fiesta”.